Monday, July 2, 2012

María, no Marta


Cuando pienso en la vida cristiana, a veces me abruma todo lo que debo hacer y no hago. Empiezo a pensar, "Estoy tan ocupado. ¿Cómo puedo hacer más?" Cuando contemplo en todas las personas en este mundo que no conocen al Señor, empiezo a dudar la eficaz de mi trabajo cotidiano. ¿Debo vender todo y cambiarme a un país del tercer mundo? ¿Qué de mi familia? Estoy haciendo bastante para el Señor.

Pero, al contemplar Lucas 10:38-42, me doy cuenta que lo tengo al revés. Mi "falta de fe" no viene porque no estoy haciendo bastante para el Señor, sino porque no estoy pasando bastante tiempo con el Señor. En vez de preocuparme por todo lo que no estoy haciendo, hay que primeramente sentarme a sus pies. Conocerlo. Aprender de él. Ser transformado por él.

Es tan fácil en este mundo seguir la cultura estadounidense que nos enseña a trabajar más y más para ganarnos un júbilo seguro. Pero esto no es la manera del cristiano. Si yo estoy dudando el poder de Dios para proveer lo que necesito, si cuando pienso en las miles de actividades que puedo o debo hacer para proclamar las buenas nuevas me pongo nervioso y me siento culpable, la solución no es hacer más y más. La solución es soltar las riendas; es sentarme en un lugar privado con la Palabra y meditar en los preceptos de Dios; es examinar la vida y las palabras de Jesús para transformarme por adentro.

Cuando el tiempo viene para hacer obras increíbles o mundanas para el Señor, no voy a preocuparme, porque yo "sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado" (2 Timoteo 1:12).

No comments:

Post a Comment